Es un atributo
Divino del Poder de la
Vista , actuando en la mente del hombre.
Cuando uno conscientemente
‘imagina’, o visualiza
en su mente,
un deseo que quiere ver cumplido, está usando uno de los más poderosos
medios de
traerlo a la experiencia visible y tangible. Hay mucha
confusión e incertidumbre en las mentes de muchos, concerniente a lo que
ocurre de hecho, cuando uno visualiza, o hace una imagen mental de
algo que desea.
Jamás vino a la existencia una forma, en ningún lugar
del Universo, a no ser que alguien haya mantenido una imagen de
esa forma en su pensamiento; porque cada pensamiento contiene
una imagen de la idea, dentro de él. Incluso un pensamiento
abstracto posee una imagen de alguna clase, o al menos una imagen que es el
concepto mental que uno tiene de él”.
“Le daré un ejercicio por el cual puede desarrollar,
controlar conscientemente, y dirigir sus actividades de visualización
para una consecución determinada. Hay diversos pasos para el proceso,
que cada
estudiante puede usar en cada una y todas las veces. Esta
práctica, cuando se aplica verdaderamente, trae resultados visibles y
tangibles:
El primer paso es determinar un plan definido o el deseo que
se quiere cumplimentar. Verifique antes que éste sea
constructivo, honorable, y digno de su tiempo y esfuerzo. Asegúrese de
examinar el motivo de traer tal creación a la expresión.
Debe ser
honesto, tanto para usted como para el resto del mundo, y no debe
servir meramente para expresar un capricho, o gratificar los
apetitos de los
sentidos físicos. Recuerde que hay una vasta diferencia
entre uso, deseo, y apetito.
Uso es el cumplimiento de la Gran Ley Universal del Servicio. Deseo es la actividad expansiva de Dios a
través de la cual se sostiene constantemente la manifestación, y la Perfección se extiende ella misma. Apetito es tan sólo un hábito
establecido por la continuada gratificación de la naturaleza del
sentimiento, y es tan sólo energía, enfocada y cualificada por la sugestión de la
actividad externa de la vida.
Asegúrese bien de que no haya un sentimiento interno
escondido, de que estaría contento de beneficiarse a costa de otro. Un
auténtico estudiante, y solamente uno así, obtendrá beneficio de esta
clase de entrenamiento, tomará las riendas en sus manos, y
determinará disciplinar, y conscientemente controlar el ser humano.
Él
elige qué debe, o no debe haber en su mundo, y a través del proceso de
visualización dentro de su mente, diseña y trae a la
manifestación un determinado y definitivo plan de vida.
El segundo paso es enunciar su plan en palabras tan concisa
y claramente como sea posible. Escríbalo. De este modo se
establece un registro de su deseo en el mundo externo visible y
tangible.
El tercer paso es cerrar los ojos, y ver dentro de la mente
una imagen mental de su deseo o plan, en su acabada y perfecta condición y actividad.
Considere que el hecho de que su habilidad para crear y ver
una imagen dentro de su conciencia, es el atributo Divino de la
visión, actuando en usted. La actividad de la visión y el poder de
crear son atributos de su Ser Divino, que conoce y siente dentro
de su conciencia, para propulsar o plasmar en su mundo externo la imagen que está viendo y sintiendo dentro de si mismo.
Siga recordándole al intelecto que la habilidad para
imaginar, es un atributo de Dios, el atributo de la vista. El poder de
sentir, experimentar y asociarse con una imagen perfeccionada, es el
poder de Dios. La sustancia usada en el mundo del exterior, para
construirla forma de su imagen y plan, es la pura sustancia de Dios.
Por tanto, debe saber que Dios es el Hacedor, el Hecho y la Acción , de cada forma constructiva, y de cada acción, que siempre ha
sido
exteriorizada en el mundo de la manifestación. Cuando use de
este modo todo el proceso constructivo, es imposible que su plan no
se haga realidad en el mundo visible.
Lea su deseo o plan repetidamente, tantas veces en el día
como sea posible, y siempre antes de ir a la cama, porque al ir a
dormir, inmediatamente después de contemplar la imagen en su propia mente, queda una completa impresión en la conciencia humana,
sin ser molestada durante un número de horas, haciendo posible que se grabe profundamente en la actividad externa,
y
permitiendo que se genere y acumule la fuerza que propulsa
su deseo, a la
Vida de la experiencia externa. De este modo, puede llevar en su conciencia cualquier deseo o imagen, al entrar
a dormir al Gran Silencio. Allí resulta cargada con el Poder y
Actividad Más Grande de Dios, que existe siempre dentro del Corazón del
Gran Silencio.
Bajo ninguna circunstancia debe comentar con cualquier otro,
ni su deseo, ni el hecho de que está visualizando algo. Esto es
imperativo.
No se hable a si mismo, ni en voz alta, ni siquiera en un
murmullo, porque debería comprender que cuanto mayor sea la acumulación
de energía generada por su visualización, meditación y
sentimiento, más rápidamente llegará a su experiencia externa la realidad
de su imagen.
Miles de deseos, ambiciones, o ideales, se hubieran
manifestado en las experiencias externas de los individuos, si ellos no los
hubiesen comentado con amigos o conocidos. Cuando uno decide
manifestar definitivamente una experiencia, mediante una visualización conscientemente dirigida, él se convierte en la Ley -Dios-, la Ley del ‘Uno’, a quien nada se le opone. Uno debe tomar su propia
decisión y apoyar su propio decreto con todo su poder. Esto significa
que debe adoptar una postura firme y determinada. Para hacerlo así,
debe saber y sentir que es Dios quien desea, Dios quien siente, y
Dios quien controla toda cosa concerniente a ello. Esta es la Ley del ‘Uno’, -Dios- y sólo Dios. Hasta que esto sea entendido, uno
no puede conseguir, y nunca conseguirá, exteriorizar su
manifestación, porque en el momento en que entra un elemento humano, está retirándola de la mano de Dios, y naturalmente ella no se
puede expresar, porque está neutralizándola con las cualidades
humanas de tiempo, espacio, lugar, y mil y una otra condición, que
Dios no
reconoce”.
“Nadie puede conocer a Dios, en tanto uno se considere una
fuerza opuesta a Él, porque dondequiera que se reconoce que pueden
actuar dos fuerzas, se obtiene una cualidad resultante de actividad neutralizada. Cuando se tiene neutralización, no se tiene
una definida cualidad en ningún modo. Meramente no se tiene nada, o
ninguna cosa en su manifestación. Cuando se reconoce a Dios -El Uno-, se
tiene sólo Perfección manifestándose instantáneamente, porque no hay
nada que se le oponga o la neutralice. Así está establecido ante uno,
porque no hay nada que se oponga a lo que Dios decreta”.
“Las condiciones nunca pueden mejorar para nadie, hasta que
uno desee Perfección y pare de reconocer un poder opuesto a
Dios, o que hay algo, sea dentro o fuera de él, que pueda evitar que se
exprese la Perfección de Dios. El mismo reconocimiento hecho por uno,
de una condición que sea ‘menos que todo lo de Dios’, resulta una
deliberada elección de una imperfección, y esta clase de elección es la
caída del hombre. Esto es deliberado e intencional, porque uno es
libre, en cada momento, de pensar cualquier cosa que elija pensar.
Incidentalmente, no se precisa más energía para tener un pensamiento o imagen
de Perfección, que para uno de imperfección”.
“Uno es El Creador localizado para diseñar y crear
Perfección en su mundo y lugar del Universo. Si se ha de expresar Perfección
y Dominio, se debe saber y reconocer solamente la Ley del ‘Uno’. El Uno existe y controla completamente todo lugar del Universo. Uno
es la Auto-Conciencia de la Vida , La Única ‘Presencia’ Suprema de la Gran Llama del Amor y Luz.
Uno a solas es el Elector, el que
Decreta las cualidades y formas en que desea derramar su Vida, porque es
el único energizador de su mundo y todo lo que contiene. Cuando
piensa o siente, parte de su energía de Vida se exterioriza para
sostener su creación”.
“Expulse pues de la mente, toda duda o miedo sobre el
cumplimiento de eso que visualice. Tales pensamientos, o sentimientos, que
después de todo son sólo emanaciones humanas, que no contienen
perfección, deberían ser reemplazados instantáneamente por el
reconocimiento pleno de su Ser y mundo, como la Vida de Dios -‘El Uno’-. Más
que eso, uno debe mantenerse completamente indiferente acerca de
ello, excepto durante el tiempo que esté visualizando. No ponga
tiempo en su mente en espera de resultados, y sepa que tan sólo existe el
ahora, justo el momento inmediato. Tome esta disciplina, úsela y
podrá manifestar un irresistible poder en acción, que no puede
fallar ni nunca lo hará”.
“Recuerde siempre que es Dios imaginando. Es
Inteligencia-Divina dirigiendo. Es Poder-Divino propulsando.
Es Su Sustancia-Divina, sobre la que actúa. Cuando comprenda esto, y considere la
plenitud de ello a menudo, toda cosa en el Universo se abalanzará a
cumplimentar su deseo, su mandato, su imagen, porque ella es
omni-constructiva, y por tanto concuerda con el Plan Original Divino, para la Vida Auto Consciente.
Si nuestro lado humano concuerda realmente con el Plan Divino y lo acepta, no puede haber tal cosa como retraso o
fracaso,
porque toda energía tiene la inherente cualidad de Perfección
dentro de
ella, y se abalanza a servir a su Creador.
“Cuando su deseo o imagen es constructivo, uno es Dios
viendo Su Propio Plan. Cuando Dios ve, es un irrevocable decreto o
mandato para aparecer ahora. En la creación de esta Tierra y sistema de
mundos, Dios dijo: ‘Hágase la
Luz ’, y la Luz
apareció. No tardó eones de tiempo crear la
Luz. El mismo Poderoso Dios está en uno ahora, y cuando uno ve o habla, es Su atributo de visión y audición los que
están actuando en y a través de uno”.
“Si uno comprende lo que significa verdaderamente esto,
puede ordenar mediante Su Pleno Poder y Autoridad, porque es Su Conciencia-Viviente, y es solamente la Auto-Conciencia de
su Vida la que puede mandar, imaginar, o desear un Plan constructivo y
Perfecto.
Cada Plan constructivo es Su Plan. Por tanto, uno sabe que
Dios está actuando, ordenando: ‘Hágase que este deseo o plan sea
realizado
ahora’, y será Hecho”.
es correcto lo que se nos dice aqui, hay que ponerle ganas y practicar con pasiencia y una gran determinación, con la mente fija en lo que se desea.
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