jueves, 17 de enero de 2013

Parte VIII La Inhalación de Dios





 El Gran Sol Central al que pertenece nuestro Sistema Solar, ha completado ya su exhalación en el gran ritmo de la creación cósmica.
Los grandes Padres Soles de nuestra Galaxia (Alfa y Omega) mantienen en Su órbita a innumerables Seres de tal magnitud y desarrollo espiritual que haría tambalear la imaginación de la mente mortal. Dentro de esta altamente selecta Corte, se han elegido 7 Pares (uno por uno) para la iniciación del Sol; y estos Seres, en Su gloriosa Iniciación Cósmica, reciben la Corona, el Manto y el Cetro de parte de los Grandes PadresDioses, al mismo tiempo que son enviados simultáneamente a construir 7 Sistemas Planetarios por el poder de sus Propios centros Creativos de ‘pensamiento y sentimiento’.
Una vez que los 7 Soles, con la asistencia de los Elohim, han evolucionado los planetas de Sus Sistemas, y han solicitado y asegurado los Seres que van a evolucionar sobre éstos, los Soles se mueven hacia abajo y hacia fuera, hasta que el primer Sol alcance la periferia del orden cósmico, partiendo del Sol Central, el punto más alejado en la exhalación hacia fuera. En ese momento, se lleva a cabo una reversión de las corrientes de los Padres Sol, o Sol Central, y los Soles son reintegrados, junto con sus hijos planetarios siguiendo el mismo ritmo, a Corazón del Padre.
En lo que a Nuestra Galaxia concierne, Nosotros nos encontramos en la inhalación, y por esta razón la iniciación de la Tierra y de todos los planetas se lleva a cabo en aras del cumplimiento del Edicto Divino, en lo que concierne a la elevación y redención de los
Soles, los Planetas y la gente, a medida que regresan a la Casa y Corazón de la Vida Eterna.

DESCRIPCION DE LOS PADRES-DIOSES

Se necesitaría un vocabulario con una percepción mucho más delicada de la que actualmente goza el hombre para poder describir la belleza de los PadreMadre-Dioses de nuestra Galaxia. Estos gloriosos Padres-Dioses pueden ser visualizados como los más
hermosos entre los hermosos; Sus Mantos de Autoridad, del blanco más deslumbrante; Sus Seres en totalidad, representando el ápice de la Luz y la llama Hecha Cuerpo, son suavizadas y temperadas por Su contorno y silueta, a fin de poder ser disfrutados por otros.
Aquellos de Nosotros que hemos sido testigos de las iniciaciones, mediante las cuales se ha dotado a una Pareja de Seres Exquisitos y Perfectos con el privilegio de experimentar los poderes creativos de un Sol, hemos quedado fuertemente impresionados con la transferencia del Cetro de Poder a las manos de los iniciados, Cetro dentro del cual está investido el centro magnético del Amor y el ritmo correspondiente al lugar que el Sol tendrá en el Sistema Solar. Esto está místicamente conectado con el latir del corazón
de todas las corrientes de vida que encarnarán y madurarán en esa Cadena en particular. Forma el tirón magnético que mantiene a las almas orbitando alrededor de ese Sol y de sus planetas; mantiene al Sol mismo en una localización propia y permanente en la
Galaxia siempre en movimiento a la cual Pertenecemos.
Cuando Nuestro Sol particular (Helios y Vesta) envió a los Elohim a construir y crear los planetas, a cada Uno le fue dado un Cetro magnetizado que emana de aquel que forma el Cetro Cósmico de nuestro Sistema. Dicho Cetro permanece en poder del Señor del Mundo durante todo el tiempo que el planeta es habitado por vida evolucionante. El Cetro
para el Planeta Tierra estaba al cuidado de Sanat Kumara hasta que regresó a Venus. Ahora dicho Cetro está al cuidado del Señor Gautama, y se mantiene en las cámaras secretas de Shamballa la mayor parte del año, siendo sacado de allí sólo para ciertas ocasiones místicas.
Los Cetros que portan los reyes de la Tierra son símbolos de esta Autoridad Divina, la cual se manifiesta en las corrientes de vida que son los Guardianes de las gentes; y el poder magnético que corre a través de la médula espinal de cada ser es una copia del poder investido descrito.
Si se extrajera de la Tierra este Cetro Cósmico, los cuerpos de la gente volarían al espacio, y las almas que están al presente dentro del ámbito de los desencarnados serían esparcidas por el Universo.
¡Quizás ahora comprendan la magnitud de Su poder magnético! Este Cetro contiene dos bolas cilíndricas, que representan los aspectos positivo y negativo del poder de la Vida. Cuando se le coloca sobre la pirámide sobre la cual reposa el Cetro, se mantiene en equilibrio perfecto. Un extremo de este gran Cetro representa el tirón de la gravedad, el cual es en sí una bendición para el dormido. Cuando se le reversa, a través de la actividad de la vida de un individuo, representa la Ascensión.
Ambas actividades trabajan constantemente a través de la médula espinal de cada hombre; por un lado el arco descendente de energía eléctrica, que es lo que ancla el cuerpo a la superficie de la Tierra; y por el otro lado, la poderosa corriente ascendente que es la
que permite a uno erguirse y moverse, en vez de estar en posición horizontal en el suelo. Cuando la actividad de la vida se carga más poderosamente hacia el arco ascendente, llegamos a un punto en el cual el tirón de la gravedad de la Tierra ya no puede retener a
la corriente de vida, haciendo posible la Ascensión. El Maestro persona que llega al punto de descender de la rueda del nacimiento y renacimiento para no regresar más, y
Su poder magnetiza la corriente ascendente asistiendo, al mismo tiempo, a la corriente de vida a liberarse del arrastre gravitacional de la Tierra.


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