Se necesitaría un
vocabulario con una percepción mucho más delicada de la que actualmente goza el
hombre para poder describir la belleza de los Padre -Madre-Dioses de nuestra
Galaxia. Estos gloriosos Padres-Dioses pueden ser visualizados como los más hermosos
entre los hermosos; Sus Mantos de Autoridad, del blanco más deslumbrante; Sus
Seres en totalidad, representando el ápice de la Luz y la llama Hecha Cuerpo, son
suavizadas y temperadas por su contorno
y silueta, a fin de poder ser disfrutados por otros. Aquellos de Nosotros que
hemos sido testigos de las iniciaciones, mediante las cuales se ha dotado a una
Pareja de Seres Exquisitos y Perfectos con el privilegio de experimentar los
poderes creativos de un Sol, hemos quedado fuertemente impresionados con la transferencia
del Cetro de Poder a las manos de los iniciados, Cetro dentro del cual está
investido el centro magnético del Amor y el ritmo correspondiente al lugar que
el Sol tendrá en el Sistema Solar. Esto está místicamente conectado con el
latir del corazón de todas las corrientes de vida que encarnarán y madurarán en
esa Cadena en particular. Forma el tirón magnético que mantiene a las almas
orbitando alrededor de ese Sol y de sus planetas; mantiene al Sol mismo en una
localización propia y permanente en la Galaxia siempre en movimiento a la cual
pertenecemos.
Cuando Nuestro Sol particular (Helios y Vesta) envió a los
Elohim a construir y crear los planetas, a cada uno le fue dado un cetro magnetizado
que emana de aquel que forma el Cetro Cósmico de nuestro Sistema. Dicho Cetro
permanece en poder del Señor del Mundo durante todo el tiempo que el planeta es
habitado por vida evolucionante. El Cetro para el Planeta Tierra estaba al
cuidado de Sanat Kumara hasta que regresó a Venus. Ahora dicho Cetro está al
cuidado del Señor Gautama, y se mantiene en las cámaras secretas de Shamballa
la mayor parte del año, siendo sacado de allí sólo para ciertas ocasiones místicas.
Los Cetros que portan los reyes de la Tierra son símbolos de
esta Autoridad Divina, la cual se manifiesta en las corrientes de vida que son
los Guardianes de las gentes; y el poder magnético que corre a través de la
médula espinal de cada ser es una copia del poder investido descrito.
Si se extrajera de la Tierra este Cetro Cósmico, los cuerpos
de la gente volarían al espacio, y las almas que están al presente dentro del
ámbito de los desencarnados serían esparcidas por el Universo.
¡Quizás ahora comprendan la magnitud de Su poder magnético!
Este Cetro contiene dos bolas cilíndricas, que representan los aspectos
positivo y negativo del poder de la Vida. Cuando se le coloca sobre la pirámide
sobre la cual reposa el Cetro, se mantiene en equilibrio perfecto. Un extremo
de este gran Cetro representa el tirón de la gravedad, el cual es en sí una bendición
para el dormido. Cuando se le reversa, a través de la actividad de la vida de
un individuo, representa la Ascensión.
Ambas actividades trabajan constantemente a través de la
médula espinal de cada hombre; por un lado el arco descendente de energía
eléctrica, que es lo que ancla el cuerpo a la superficie de la Tierra; y por el
otro lado, la poderosa corriente ascendente que es la que permite a uno erguirse
y moverse, en vez de estar en posición horizontal en el suelo. Cuando la actividad
de la vida se carga más poderosamente hacia el arco ascendente, llegamos a un
punto en el cual el tirón de la gravedad de la Tierra ya no puede retener a la
corriente de vida, haciendo posible la Ascensión.
El Maestro presidente le trae esta Vara de Poder a cada
persona que llega al punto de descender de la rueda del nacimiento y renacimiento
para no regresar más, y Su poder magnetiza la corriente ascendente asistiendo, al
mismo tiempo, a la corriente de vida a liberarse del arrastre gravitacional de
la Tierra.
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