Los 7 Elohim respondieron a la llamada de Helios y Vesta y, parándose alrededor de la Observadora Silenciosa Planetaria, estudiaron asiduamente el plano mantenido dentro de la Conciencia de Ella para la dulce Tierra, que era Su alegría, servicio y oportunidad traer a la forma.
La primera actividad de los Elohim en esta dirección fue la proyección de los Poderosos Rayos de Luz desde Sus Conciencias combinadas, los cuales formaron la matriz del nuevo planeta.
Cuando esto había sido hecho, Ellos a su vez convocaron a los Directores de las Fuerzas de los Elementos y a los Constructores Menores de las Formas, los Ángeles Devas y los Espíritus Elementales.
Estos Seres procedieron a magnetizar la Sustancia-Luz Electrónica, llenando y moldeando el planeta según las instrucciones que le fueron dadas por los Elohim.
Así como los constructores regresan al diseño detallado del arquitecto, así los Espíritus regresaban una y otra vez a estudiar el Patrón-Luz sostenido en la conciencia de la Observadora Silenciosa Planetaria.
DIRECTORES DE LAS GRANDES FUERZAS DE LA NATURALEZA
Los Elohim invocaron a los Directores de las Fuerzas de la naturaleza, a saber, la majestuosa Virgo (Tierra), al Poderoso Neptuno (Agua), y el Amado Aries (Aire), quienes alegremente respondieron a la convocatoria, agradecidos por la oportunidad de contribuir con los dones de Sus respectivos elementos (tierra, agua y aire) al bienestar y comodidad de la recién nacida Tierra y Sus futuros habitantes.
Helios y Vesta personalmente proveyeron el elemento Fuego.
A continuación vino la invocación al Espíritu de la Primavera, la Amada Amarilis, para que viniera y estableciera el ritmo de la Primavera con el capullo, flor y belleza de la naturaleza. Esta bella Diosa llegó como respuesta a la invocación, trayendo consigo sus legiones de Ayudantes Angélicos y Elementales.
Sus energías combinadas invistieron a la dulce Tierra en tal belleza y gozo que Ella se veía cual una hermosa ninfa, luciendo una guirnalda de flores sobre Su cabeza, esperando dar la bienvenida a los espíritus que iban a hacer de Ella su hogar.
Novecientos ritmos consecutivos de Primavera vinieron y pasaron para hacer a la Tierra cada vez más hermosa.
¡Vean los lagos y los grandes ríos! ¡Vean las cascadas gigantescas y los mares cristalinos! ¡Vean las montañas apuntando sus dedos hacia Dios! ¡Sientan la Llama Triple Inmortal de Dios pulsando desde dentro del centro de la Tierra, donde se haya ese Gran Sol Eterno de Presión Equilibrada! Sería imposible pensar ahora que la humanidad a punto de recibir este Planeta como su morada individual… ¡no estuviera destinada para algún gran propósito!
Los Elementales tejieron las más pequeñas y delicadas flores; los grandes Devas desplegaron las hojas sobre los árboles; los poderosos Espíritus del Aire se pusieron activamente a trabajar en su propio elemento; ¡toda la naturaleza trabajando junta en armonía al compás de la música de la creación!
Mientras que toda esta actividad se estaba dando (el gran Elohim y los Constructores Menores de la Forma, los Ángeles Devas y los miembros del reino Elemental estaban creando y embelleciendo el planeta), Helios y Vesta se ocupaban de sacar del Gran Sol Central las Chispas Espirituales (o corrientes de vida individuales) que habrían de ser los beneficiarios de todas estas preparaciones y de todo este amor. Estas chispas descansaron en el seno de Vesta hasta que los Padres-Dioses estuvieron listos para la proyección de los Seres de Fuego Blanco y sus Cuerpos Electrónicos, los cuales se volvieron los vestidos de dichos Espíritus.
El Gran Reino Elemental, el cual ha escogido crear para ustedes sus ríos, sus valles, sus colinas y todas
las glorias que se encuentran en la naturaleza, está localizado y mantenido dentro de una órbita natural.
Algunos de ellos, especialmente los más pequeños y delicados, nunca van más allá de las esfera de algunas yardas de diámetro, viviendo sus vidas, desarrollando las hierbas y las flores en el jardín de alguien.
Otros, los más grandes, quizás, viven sus vidas dentro de una montaña o de un lago, pero ellos todos están localizados en un lugar y no viajan. Particularmente desde que la humanidad, a través de la discordia, ha creado antagonismos entre los dos reinos, la Ley Cósmica ha ido enfatizando cada vez más la Ley de que estos seres han de permanecer confinados a sus esferas locales, no sea que todos ellos se escapen a las grandes ciudades, donde la discordia, la impureza y la imperfección se incrustarían en sus finos cuerpos.
La humanidad, sin embargo, encontraría que sin la asistencia del reino Elemental la vida misma no podría ser sostenida. Pero cuando el Amor generado conscientemente es descargado a través de un cuerpo colectivo de seres no ascendidos, aún la Ley Cósmica misma baja su cabeza y no hay esfera de donde estos seres no pueden ser sacados para las bendiciones de amor.
La humanidad, en su mayoría, no tiene la más remota idea de que los miembros del Reino Elemental tienen ser, y no saben que ellos (la propia humanidad) viven mediante el sacrificio de este gran reino
invisible, cuyos miembros trabajan sin cesar, día y noche, para evitar que la contaminación de la efluvia de la humanidad los asfixie, aún al punto que sería imposible inspirar el aliento por las fosas nasales o ser éste sostenido dentro de la forma. Ojalá hubiera individuos o grupos interesados en bendecir este Reino, en hacerse amigos del Reino de la Naturaleza.
Ustedes deben recordar que ellos tienen conciencia inocente, como niños pequeños en su mayoría, y que ellos desean siempre suministrar un equilibrio para elamor.
Humildemente les aseguro que no hay alturas (dentro de las actividades del trabajo de clase d cada
uno) a las cuales ustedes no puedan llegar, siempre y cuando invoquen la asistencia del Reino Elemental para equilibrar estos extremos que se están manifestando al presente a través de las condiciones atmosféricas.
Si en cada continente se pudiese establecer aunque fuera UNO de estos grupos con el único propósito de amarlos (y no por el servicio que ellos pudieran prestar), Nosotros (los Maestros Ascendidos) podríamos manejar el equilibrio de sus actividades, las cuales, de otra manera, tienen como resultado, la liberación de fuerzas cataclísmicas.
Y así un Día Cósmico se completó la tarea de la Creación, y los 7 Elohim les indicaron a los Padres- Dioses (nuestro Sol físico) que ¡el planeta estaba listo para ser habitado!
En la creación del Planeta los Elohim proyectaron sus poderosos rayos convexos, los cuales se unieron como un par de lenguas de fuego al final de su manifestación, y crearon una clase de útero o vortex al cual se atrajo la sustancia electrónica de la Luz Universal a fin de formar el cuerpo del planeta.
El Rayo Masculino se concentró en la región que conocemos hoy como los Montes Himalayas, y está protegido por un Gran Ser Cósmico, el Señor Himalaya. Mientras que el Rayo Femenino se concentró en la Cordillera de los Andes, en América del Sur, cerca del Lago Titicaca, y está protegido por otro Gran Ser Cósmico, el Dios Merú, Manú de la Sexta
Raza.
Hasta hace poco, a modo de una insistencia espiritual para la humanidad, el Rayo Masculino era el más sostenedor y el más activo. Sin embargo, recientemente se descargó una nueva tendencia y dirección, mediante la cual el Gran Rayo Femenino comenzó a hacerse más notable y afirmado. El primer impulso en esta dirección se dio el 16 de agosto de 1.952.
El centro de la Tierra está bajo la dirección de un Ser Inteligente. El corazón del Planeta Tierra es Luz.
Esta Luz emana del Corazón, y pasa a la superficie a través del cuerpo de la Tierra en exactamente la misma forma en que pasa a las varias extremidades del cuerpo humano la Luz que lo sostiene y que lo mantiene con vida.
El Gran Elemental de la Tierra exhala esta pulsación, que es la presión que produce toda vida vegetal (todas las cosechas, flores y árboles que hacen posible que los cuerpos físicos de la raza humana puedan sobrevivir), la cual está bajo Mi dirección así como bajo la dirección de los Amados Virgo y Pelleur.
En los lugares en que la presión de la Luz es más intensa, ésta levanta la corteza misma de la Tierra formando vuestras montañas, colinas y lugares elevados. El Diseño Divino de éste y todos los demás planetas requiere que, en ciertos puntos, se deba sostener la Luz concentrada a fin de mantener el equilibrio del Planeta sobre su Eje, del mismo modo que uno pone pilares o soportes para sostener el techo de una estructura.
Digamos que son los “Alfileres Cósmicos” que mantienen a la Tierra pegada en su lugar del Universo. Son las alas que le impiden caerse.
Estos puntos de Luz forman las grandes cordilleras de montañas, y es producto de la intensidad de la Luz en esos lugares (los cuales están colocados geométricamente sobre el globo) para que sea más fácil a los buscadores de la iluminación alcanzarla allí, donde la concentración natural acelera su Llama. Esta es la razón por la cual los Santos y las Santas pueden alcanzar su meta más fácilmente en los Himalayas y en otras cordilleras elevadas. Esta es la actividad natural provista por la Inteligencia Interestelar que gobierna el Universo.
También se da el caso de montañas artificiales, como la Colina de Tara, donde, ciertos individuos conscientemente, extraen la Luz, no sólo desde arriba, sino también desde debajo de la superficie de la Tierra, hasta que la elevación gradual del terreno forma lo que, a todas las apariencias, luce como una manifestación de erosión, etc.
Es un hecho científico que el Monte Everest, desde 1.892, ha crecido hacia el cielo, y que este crecimiento es debido a las invocaciones concentradas de las tantas y tantas corrientes de vida que se esconden en las cavernas de dicho Monte Santo.
“Usualmente la gente se ha referido a Mí, el espíritu
de la Primavera, como si estuviera bailando sobre las flores y la hierba con una guirnalda de flores sobre Mi Cabeza, tocando aquí y allá un arbusto, una flor, una mata, un árbol y como que estoy volando fugazmente de una manera graciosa, aunque poco efectiva”.
“Amados míos, siendo Yo el Espíritu de la Primavera, permítanme recordarles que durante los novecientos años previos a que el Gran Manú de la Primera Raza Raíz trajera a los ‘Santos Inocentes’ a la Tierra, Yo estaba experimentando con el desarrollo de los más bellos follajes, flores, pájaros, hierbas, mar, y aire, hasta que la Tierra estuvo lista para ser habitada.
Ella vistió un ropaje magnífico y fue tanto así, bajo el Reino de los Cielos, que los primeros individuos que vinieron del Corazón de Dios no podían diferenciar entre los Ámbitos Celestiales y la Tierra.
Eso fue hace algunos millones de años, así que hay algo de constancia y energía positiva en ese Servicio que presto”.
“Les doy las gracias por sus pensamientos sobre la Primavera. Antes de partir para otra Estrella, Yo volveré a crear de nuevo, con la ayuda de los elementales y de Nuestro Señor el Maha Chohan, otra perfección magnífica en esta Tierra en honor de Nuestro Amado Maestro Saint Germain, como un regalo de coronación para Su Edad Dorada”.
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